A diferencia de los artículos habituales, el que voy a escribir hoy carece de fundamentos técnicos y espero que pueda llegar a ser entendido por todos aquellos lectores que lo tengan en sus manos sin importar la disciplina en la que se manejen.
El artículo simplemente muestra como a partir de un pequeño dato, un poco de paciencia y la utilización de herramientas como Google, Facebook, Twitter u otras páginas a las que estamos acostumbrados, podemos encontrar a una persona de la cual no tenemos nada excepto su nombre. Además, vamos a ver como podemos averiguar más cosas de ella sin mucho esfuerzo, principalmente, debido al poco o inexistente cuidado que tiene la gente a la hora de configurar su privacidad en redes sociales o a la hora de dar sus datos.
Antes de empezar, decir que todos, repito, todos los nombres utilizados en el artículo son ficticios y que esto solo se ha hecho como estudio y curiosidad de ver si se podía o no hacer tras una larga discusión sobre ello.
Pues bien, vamos a empezar. Para ello, lo primero es ponernos en situación:
Imaginemos que recientemente hemos llegado a una ciudad nueva y que nos hemos apuntado a una de estas páginas donde se organizan grupos para quedar y hacer muchas y variadas actividades. En está página, llamémosla “grupitos.org”, para darse de alta en un grupo basta con poner un alias y subir una foto nuestra para que la gente al vernos nos reconozca y se pueda aprender nuestro nombre. Normalmente, subimos una foto nuestra que tengamos a mano y como nombre utilicemos el nuestro o como nos suele llamar la gente. Por ejemplo, “Pedro Martínez Lopez” utilizaría el alias “pedrito”.
Hasta aquí todo bien, estamos apuntados a un grupo con más gente de las cuales tenemos una foto cualquiera (no comprometedora) y un alias.
Un día, en una de estás reuniones, uno de los integrantes del grupo aparece con otra persona que no es del grupo, dicha persona se presenta como “juan” y pasa la tarde con el grupo entre conversación de todo tipo. Al finalizar la reunión, dicha persona desaparece con lo cual no tenemos más datos sobre ella. Pero uno de los miembros del grupo, decide que quiere saber más sobre ella.
Partiendo de la base de que solo tenemos: El alias y la foto de su supongamos amigo “pedrito”, el nombre/alias de dicha persona y que la hemos visto en persona, ¿cuanta información de dicha persona creéis que se puede obtener? Pensadlo un poco antes de seguir leyendo…
¿Ya?, pues bien, si la conclusión a la que habéis llegado es diferente de “mucha”, estáis muy equivocados, y no hace falta ningún tipo de conocimiento extraordinario. Vamos a ver como.
Para empezar, nos centraremos en nuestro amigo “pedrito”, él no nos interesa, pero tenemos un dato más que de “juan” que es a quien buscamos, tenemos la foto de “pedrito”. Obviamente, realizar búsquedas por cualquiera de los dos nombres en Google o Facebook sería una pérdida de tiempo, solo la casualidad nos llevaría a encontrarlos pero, como ya he dicho, tenemos la foto de “pedrito”.
Google cuenta con una herramienta que nos permite hacer búsquedas a partir de una foto, no es muy conocida, pero está ahí al alcance de todo el mundo. Para el que no la conozca la dirección es:
La idea es, tu subes una foto y Google busca coincidencias en la web de dicha foto, muy divertido.
Entonces, el primer paso es subir la foto de “pedrito” a Google Images y ver que nos ofrece. Cuando examinamos los resultados, vemos que ha utilizado la misma foto en diferentes redes sociales (bastante común) y que, de una forma u otra, está ha sido indexada por Google. Pero entre los distintos resultados, el que más nos llama la atención en este caso concreto es el de Twitter, porque en dicha cuenta está utilizando su nombre completo, supongo que para dar visibilidad a su perfil profesional o similar.
Pues bien, ya tenemos de:
- pedrito: Alias, fotos, algunas cuentas en diferentes redes sociales y nombre completo.
- juan: Seguimos solo con el alias.
Para el siguiente paso, aunque concretamente para el supuesto que estábamos utilizando la cuenta de facebook no salía en los resultados, nos dirigimos a Facebook y buscamos a pedrito por su nombre completo. No tardamos nada en encontrar su cuenta de Facebook con la que obtenemos mucha información sobre él, ya que la privacidad no está demasiado bien configurada.
En este punto, no es “pedrito” el que nos interesa pero, vemos que en la cuenta de Facebook de “pedrito” tenemos acceso a su lista de amigos. Es de suponer, que si en la vida real es amigo de “juan”, en la virtual también lo será. Y… ¡Bingo! Encontramos a “juan” ya que como lo hemos visto anteriormente, podemos reconocerlo sin dificultad, además de ser uno de los pocos juanes en este caso amigos de “pedrito”.
En este punto, tenemos la cuenta de Facebook de “juan” que tampoco está del todo bien configurada. En ella, podemos ver su nombre completo, ya que lo está usando, su bibliografía, un par de fotos y poco más. Umm… nos es mucho pero, por algo se empieza.
Tras obtener el nombre completo, podemos lanzar una búsqueda en Google para obtener más información sobre “juan” y con ello encontramos su universidad, algunos grupos deportivos donde ha estado, la carrera que ha estudiado, un montón de información.
En facebook, aunque “juan” no es dado a publicar nada, sí que podemos ver su resumen biográfico, y sí que se nos muestra los amigos que ha agregado cada año. Tras un leve vistazo, podemos deducir que “juan” ha estado viviendo en un par de paises diferentes durante estos años, ya que, durante fechas concretas ha agregado a mucha gente de dichos paises.
Y así podemos seguir un rato más, podemos afinar las búsquedas en Google e ir averiguando más cosas.
Como aquí ya se ha demostrado que se puede hacer, voy a parar, pero los límites de donde buscar y como establecer relaciones o deducir información, solo los pone vuestra mente.
Espero que hayáis disfrutado leyendo el artículo tanto como yo he disfrutado haciéndolo, y que a pesar de todo lo que pone aquí, os quedéis con dos moralejas:
- Cuidad las opciones de privacidad de vuestras redes sociales y páginas de internet.
- Todo lo que sube a la red, tarde o temprano, será descubierto por alguien.
Nos vemos.